Hace unos pocos días, un senador del PP dijo: "Ya no estamos en campaña, es momento de decir lo que de verdad pensamos". Creo que ese sentimiento, esa declaración de sinceridad radical, puede resumir un poco la idea de esta película.
Tenemos por una parte a Ryan Gosling (uno de mis actores favoritos, todo sea dicho), un joven que trabaja como director de comunicación de uno de los aspirantes a presidente de los EEUU. Su personaje se presenta como un idealista, alguien convencido de lo que hace y de las razones por las que lo hace. Está convencido de que su candidato es el que debe ganar, porque es una buena persona, marcará la diferencia. Lo cree sinceramente, y por ello luchará. Eso me plantea una duda, ¿es cierto que ese candidato es esa gran persona que puede llegar a cambiar las cosas?, ¿es el poder el que lo corrompe a posteriori?, ¿o ya desde un principio el chico está equivocado, e idealizaba unos valores que realmente no existían?
Por otro lado, tenemos al candidato, George Clooney. Me llama la atención (de muestra un botón) uno de los mítines que da durante la película, en que habla de revoluciones tecnológicas que pretende llevar a cabo. Habla de avanzar hacia una sociedad que no dependa del petróleo. Qué bonito, ¿verdad? Suena utópico pero... los coches eléctricos están ya en las calles. Serán más baratos de producir, y sobretodo de mantener (los precios de recarga de batería no tendrían nada que ver con lo que cuesta hoy en día llenar un depósito). ¿Por qué, aun siendo todo positivo, sigue sonando utópico? Porque el petróleo que estamos dejando de necesitar lo manejan peces muy gordos, y esos peces no van a dejarnos prescindir de él. Ojala me equivoque, y dentro de unos años veamos esa verdadera revolución en nuestras carreteras, pero lo veo más lejos de lo deseable.
¡Ah bueno! La película, es cierto. Tanto Ryan como George hacen dos papeles muy serios y complejos, dando algo más de protagonismo al primero, que tiene más escenas para lucirse (y lo hace). En la escena en que Ryan llama a George por teléfono podemos ver unas grandes interpretaciones.
Acompañando a estos dos monstruos, hay otros dos que no se quedan lejos. Tanto Philip Seymour Hoffman como Paul Giamatti ayudan a que esta película pueda colocarse a un nivel más alto que si estuvieran únicamente los dos protagonistas. Dos veteranos curtidos en mil batallas que dan más toques de seriedad e importancia a la cinta (véase la bronca de Philip a Ryan).
Destacar también el papel de Clooney, a quien veo por una vez algo alejado del cliché interpretativo a que nos tiene acostumbrados, dando muy buenos resultados.
En resumen la cinta nos deja una partida de ajedrez sumergida, una visión de las campañas electorales desde el interior, que puede ser tan cierta como amenazadora para la sociedad.
Tenemos por una parte a Ryan Gosling (uno de mis actores favoritos, todo sea dicho), un joven que trabaja como director de comunicación de uno de los aspirantes a presidente de los EEUU. Su personaje se presenta como un idealista, alguien convencido de lo que hace y de las razones por las que lo hace. Está convencido de que su candidato es el que debe ganar, porque es una buena persona, marcará la diferencia. Lo cree sinceramente, y por ello luchará. Eso me plantea una duda, ¿es cierto que ese candidato es esa gran persona que puede llegar a cambiar las cosas?, ¿es el poder el que lo corrompe a posteriori?, ¿o ya desde un principio el chico está equivocado, e idealizaba unos valores que realmente no existían?
Por otro lado, tenemos al candidato, George Clooney. Me llama la atención (de muestra un botón) uno de los mítines que da durante la película, en que habla de revoluciones tecnológicas que pretende llevar a cabo. Habla de avanzar hacia una sociedad que no dependa del petróleo. Qué bonito, ¿verdad? Suena utópico pero... los coches eléctricos están ya en las calles. Serán más baratos de producir, y sobretodo de mantener (los precios de recarga de batería no tendrían nada que ver con lo que cuesta hoy en día llenar un depósito). ¿Por qué, aun siendo todo positivo, sigue sonando utópico? Porque el petróleo que estamos dejando de necesitar lo manejan peces muy gordos, y esos peces no van a dejarnos prescindir de él. Ojala me equivoque, y dentro de unos años veamos esa verdadera revolución en nuestras carreteras, pero lo veo más lejos de lo deseable.
¡Ah bueno! La película, es cierto. Tanto Ryan como George hacen dos papeles muy serios y complejos, dando algo más de protagonismo al primero, que tiene más escenas para lucirse (y lo hace). En la escena en que Ryan llama a George por teléfono podemos ver unas grandes interpretaciones.
Acompañando a estos dos monstruos, hay otros dos que no se quedan lejos. Tanto Philip Seymour Hoffman como Paul Giamatti ayudan a que esta película pueda colocarse a un nivel más alto que si estuvieran únicamente los dos protagonistas. Dos veteranos curtidos en mil batallas que dan más toques de seriedad e importancia a la cinta (véase la bronca de Philip a Ryan).
Destacar también el papel de Clooney, a quien veo por una vez algo alejado del cliché interpretativo a que nos tiene acostumbrados, dando muy buenos resultados.
En resumen la cinta nos deja una partida de ajedrez sumergida, una visión de las campañas electorales desde el interior, que puede ser tan cierta como amenazadora para la sociedad.
------------------------------------------------------------------------------------------------------- XiàLéi
Reparto principal: Ryan Gosling (Stephen Meyers), George Clooney (Mike Morris), Philip Seymour Hoffman (Paul Zara), Paul Giamatti (Tom Duffy), Evan Rachel Wood (Molly Stearns), Marisa Tomei (Ida Horowicz), Jeffrey Wright (Senator Thompson).
Nota de la película en FilmAffinity: 6.9
Siempre te adelantas, así que voy a empezar a comentar tus entradas con retraso.
ResponderEliminarMe encantó "Mientras duermes", aunque el final, para mi, fue brutal...
Totalmente de acuerdo.
EliminarDe hecho, al rato de acabar la crítica pensé de nuevo en el final y me dí cuenta de que no comenté nada, pero se me olvidó añadirlo.